Nuestras impresiones viajeras

Los viajes también son un bien de primera necesidad. Si todos los necesitamos como se ha demostrado, debemos ser conscientes de que para poder disfrutar por el mundo, debemos cuidar a toda la gente que conforman ese entramado social. Es nuestra sincera opinión ya que somos personas entusiastas, y es hora de dejar de pensar que viajar es pura afición. Debemos dignificar la atracción por viajar y todas las profesiones que giran alrededor de ese campo.

Escribo de lo que he visto, he oído, he pensado, he sentido. Viajes para unas vacaciones llenas de fotografías únicas y creaciones literarias que ilustran a las imágenes.

Cuando pienso en mis viajes, se me agolpan los recuerdos. Algunas situaciones me hacen sentir que el mundo es maravilloso, como aquel día que nos adentramos en las selvas de Tailandia o cuando nos dimos un baño superficial en las aguas transparentes de Jamaica. Otras, que la belleza realmente existe, como cunado fuimos a Florencia o cuando nos sentamos durante horas para admirar el Taj Mahal. Muchas, nos sacan una sonrisa, como aquella vez en las islas de México en la que Sagra se puso a cantar al ritmo de unos mariachis y empezó a dar saltos y a bailar a un vaivén desordenado. En cambio, en otras situaciones nos siguen haciendo pensar que tenemos mucha suerte de vivir en España, por ejemplo, cuando unas comidas de mala muerte en Egipto nos dislocó el estómago y estuvimos algunos días con una diarrea tremenda.

 


Lima: La Plaza de Armas
Lima: La Plaza de Armas

 

De mis viajes, diría que Perú es un país extraordinario. Tanto el país en sí, por su belleza y su cultura, como por su gente, que es muy acogedora. Soy un enamorado de todos los sitios donde he estado, pero este me sobrecogió más que ninguno.


Bangkok
Bangkok

 

Ahora estoy jubilado desde hace doce años y en ese tiempo nunca he dejado de viajar. Acabo de visitar, por primera vez, la agradable Tailandia y nos ha dejado recuerdos y anécdotas muy especiales.